1. Establecer metas
Comience con objetivos simples y luego progrese a objetivos de mayor alcance. Recuerda hacer que tus metas sean realistas y alcanzables. Es fácil frustrarse y darse por vencido si sus metas son demasiado ambiciosas.
Por ejemplo, si hace tiempo que no hace ejercicio, una meta a corto plazo podría ser caminar 10 minutos al día, cinco días a la semana. Incluso pequeñas cantidades de ejercicio pueden tener beneficios. Una meta intermedia podría ser caminar 30 minutos cinco días a la semana. Una meta a largo plazo podría ser completar una caminata de 5 km.
Para la mayoría de los adultos sanos, el Departamento de Salud y Servicios Humanos recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa por semana, o una combinación de actividad moderada y vigorosa. Mayores cantidades de ejercicio proporcionarán un beneficio aún mayor. Trate de incorporar ejercicios de entrenamiento de fuerza de todos los grupos musculares principales en su rutina de ejercicios al menos dos veces por semana.
2. Hazlo divertido
Encuentre deportes o actividades que disfrute, luego varíe la rutina para mantenerla interesante. Si no está disfrutando de sus entrenamientos, intente algo diferente. Únete a una liga de voleibol o softbol. Toma una clase de baile de salón. Echa un vistazo a un gimnasio o centro de artes marciales. Si le gusta hacer ejercicio en casa, busque en línea videos de muchos tipos de clases de ejercicios, como yoga, entrenamiento en intervalos de alta intensidad o kickboxing. O camine o trote en un parque local. Descubre tus talentos o intereses atléticos ocultos.
Recuerde, el ejercicio no tiene por qué ser aburrido y es más probable que siga un programa de acondicionamiento físico si se divierte.
3. Haz de la actividad física parte de tu rutina diaria
Si es difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio, no recurra a las excusas. Programe entrenamientos como lo haría con cualquier otra actividad importante.
También puede deslizarse en la actividad física durante todo el día. Use las escaleras en lugar del ascensor o estaciónese más lejos de la tienda. Camine de un lado a otro mientras observa a los niños practicar deportes. Salga a caminar durante un descanso en el trabajo.
Si trabaja desde casa, estírese, camine o suba las escaleras en los descansos. O haz sentadillas, estocadas o abdominales. Pasea a tu perro si tienes uno. Pedalea en una bicicleta estacionaria, camina o trota en una caminadora, o haz ejercicios de fortalecimiento durante la hora del almuerzo o mientras ves la televisión por la noche.
La investigación ha encontrado que estar sentado durante largos períodos de tiempo puede afectar negativamente su salud, incluso si realiza la cantidad recomendada de actividad semanal. Si se sienta durante varias horas al día en el trabajo, intente tomar descansos regulares durante el día para moverse, como caminar para tomar un trago de agua o estar de pie durante las conversaciones telefónicas o las videollamadas.
4. Póngalo en papel
¿Esperas perder peso? ¿Aumenta tu energía? ¿Duerme mejor? ¿Manejar una condición crónica? Escriba sus objetivos. Ver los beneficios del ejercicio regular y escribir sus metas en un papel puede ayudarlo a mantenerse motivado.
También puede resultar útil llevar un diario de ejercicios. Registre lo que hizo durante cada sesión de ejercicio, cuánto tiempo hizo ejercicio y cómo se sintió después. Registrar sus esfuerzos y hacer un seguimiento de su progreso puede ayudarlo a trabajar hacia sus metas y recordarle que está progresando.
5. Une fuerzas con amigos, vecinos u otras personas
No estás solo en esto. Invite a amigos o compañeros de trabajo a que lo acompañen cuando haga ejercicio o salga a caminar. Haga ejercicio con su pareja u otros seres queridos. Juega fútbol con tus hijos. Organice un grupo de vecinos para que tomen clases de acondicionamiento físico en un gimnasio local o hagan ejercicio juntos virtualmente en video.
6. Recompénsate
Después de cada sesión de ejercicio, tómese unos minutos para saborear las buenas sensaciones que le proporciona el ejercicio. Este tipo de recompensa interna puede ayudarlo a comprometerse a largo plazo con el ejercicio regular.
Las recompensas externas también pueden ayudar. Cuando alcance una meta a más largo plazo, disfrute de un nuevo par de zapatos para caminar o nuevas canciones para disfrutar mientras hace ejercicio.
7. Sea flexible
Si está demasiado ocupado para hacer ejercicio o simplemente no se siente con ganas, tómese uno o dos días libres. Sea fácil con usted mismo si necesita un descanso. Lo importante es retomar el rumbo lo antes posible.
Ahora que ha recuperado su entusiasmo, ¡muévase! Establezca sus objetivos, hágalo divertido y dése palmaditas en la espalda de vez en cuando. Recuerda, la actividad física es para toda la vida. Revise estos consejos cada vez que sienta que su motivación se está desvaneciendo.