La cirugía de orejas de soplillo, u otoplastia, se realiza para corregir la distancia de las orejas a la cabeza, lo que da una apariencia antiestética y resulta muy incómoda para jóvenes y adultos.
Buscamos explicar claramente todos los aspectos que involucra este tipo de procedimiento, para que el candidato a la cirugía tenga confianza en el procedimiento al que se someterá. Sin embargo, esta información no sustituye a una consulta médica clásica, que debe ser el inicio de cualquier tratamiento médico, ya sea por enfermedad o por estética. Por otro lado, exponemos claramente todas las ventajas y riesgos que conlleva el procedimiento. La noción de qué es el riesgo es importante. Tener un riesgo no significa que un problema vaya a ocurrir con seguridad, sino que puede ocurrir en un pequeño número de situaciones que, con cuidado y atención por parte del médico y del paciente, se pueden reducir a números muy bajos. Tener esta noción controla emociones y mitos, dando seguridad al acto médico para el paciente y el cirujano. Sin embargo, el conocimiento de todas las implicaciones de cada procedimiento quirúrgico no debe traer miedo, sino confianza en lo que se hará.
La información aquí ofrecida ayuda a comprender las generalidades del procedimiento, pero repetimos, no reemplaza una consulta clásica, que debe realizarse con un cirujano plástico, quien confirmará la indicación y brindará perspectivas sobre el resultado.
El cirujano no debe ser elegido sólo por razones de precio o de facilidad de pago, sino principalmente por la confianza, que debe ser mutua: del paciente al médico y del médico al paciente. Conocer al cirujano en una consulta cuidadosa es muy importante para obtener buenos resultados.
Las mejores indicaciones
Las orejas ya alcanzan su tamaño casi completo a los 5/7 años. Cuanto antes se realice la cirugía, menos ridículo sufrirá el niño, con las consiguientes consecuencias psicológicas. Sin embargo, la cirugía también se puede realizar más tarde. Las cirugías suelen realizarse hasta los 14 años.
Arañazos
La cicatriz de esta cirugía es prácticamente invisible, ya que se sitúa detrás de la oreja, en el surco que forman esta y el cráneo. Además, al tratarse de una región con piel muy fina, la propia cicatriz tiende a ser “casi imperceptible”, incluso en algunas técnicas que utilizan pequeñas incisiones en la cara anterior.
Cuando la cirugía de orejas la realiza un cirujano calificado y con experiencia, las complicaciones son raras y generalmente menores. Sin embargo, como ocurre con cualquier operación, existen riesgos asociados con la cirugía y complicaciones específicas asociadas con este procedimiento.
Un pequeño porcentaje de pacientes puede desarrollar un hematoma, una acumulación de sangre en el oído que puede disolverse naturalmente o eliminarse.
En ocasiones, los pacientes desarrollan una infección en el cartílago, lo que puede provocar una cicatrización alterada y de peor aspecto. Estas infecciones suelen tratarse con antibióticos; En raras ocasiones, es posible que se requiera cirugía adicional para drenar el área infectada.
Los riesgos anestésicos en los niños se reducen si se elige un buen hospital y un anestesista experimentado.
Planificar la cirugia
La mayoría de los cirujanos recomiendan que los padres permanezcan alerta a los sentimientos del niño acerca de los oídos. No se debe insistir en la cirugía hasta que el niño la solicite. Los niños que se sienten incómodos con sus orejas protuberantes y quieren operarse generalmente cooperan más durante el procedimiento y están más felices con el resultado. Para los adultos, el momento de realizar una cirugía es cuando están preparados emocionalmente para un procedimiento médico.
Prepárese para la cirugía
La consulta inicial con el cirujano plástico es muy importante. El cirujano escuchará la historia clínica completa y evaluará el caso, tanto desde el punto de vista de la cirugía propuesta como desde el punto de vista clínico. Luego solicita evaluaciones a especialistas como cardiólogo, anestesiólogo y otros médicos, si es necesario, y complementa todo con pruebas de laboratorio. De esta manera, estará listo para brindarle toda la información que necesita sobre los resultados esperados y los riesgos involucrados en el procedimiento. No debe dejar de informar al cirujano si tiene alguna alergia, si toma vitaminas, medicamentos, si consume alcohol u otras drogas y si fuma.
En el periodo previo a la cirugía, debes informar al cirujano si has tomado algún medicamento, incluso los más simples, como aspirina y antiinflamatorios. La aspirina, por ejemplo, puede alterar la coagulación sanguínea durante períodos de hasta 11 días, tras la toma de un solo comprimido.
El paciente y el cirujano deben discutir cuidadosamente sus objetivos y expectativas para la cirugía.
El cirujano le explicará las técnicas, la anestesia que utilizará, el tipo de lugar donde se realizará la cirugía, así como los riesgos que implica. Se cubrirán los honorarios del cirujano, anestesiólogo, asistentes si fuera necesario y gastos hospitalarios.
Nota: la mayoría de seguros y planes no cubren la cirugía de orejas de soplillo, a menos que se pueda comprobar un problema excesivo, lo que significa una deformidad. En estos casos, la cirugía debe ser aprobada previamente por la compañía aseguradora.
No dude en pedirle a su médico cualquier información, especialmente sobre sus expectativas e intereses en cuanto a los resultados.
Todas estas precauciones no existen para crear miedos e inseguridades, sino para considerar el respeto que debe tener cualquier procedimiento quirúrgico, especialmente los estéticos. Estas precauciones deben aclarar mitos y disipar expectativas incorrectas y, así, con la seguridad obtenida, obtener la tranquilidad necesaria para conseguir buenos resultados.
Recomendaciones Preoperatorias para Cirugía de Orejas (son un modelo básico, pero cada paciente debe seguir las recomendaciones que se le brindarán específicamente para su caso)
1) Acuda al hospital el día y hora programados con su cirujano.
2) Debe informar cualquier anomalía que pueda ocurrir en su estado de salud, incluso las más simples como gripe, infecciones, infecciones de la piel en la zona donde se realizará la cirugía, etc.
3) Siga las instrucciones de ayuno que le indique su médico.
4) Lave cuidadosamente su cabello el día antes de la cirugía, usando solo champú y evitando cremas y acondicionadores.
5) Si tu cabello es largo, no es necesario que lo cortes.
6) Acude al hospital acompañado de un familiar o alguien cercano.
¿Dónde se realizará la cirugía?
Generalmente la otoplastia, o cirugía de oreja prominente, se realiza de forma ambulatoria, lo que significa que no es necesaria la hospitalización. Utilizamos un Hospital de Día, que es una clínica con todo el equipamiento necesario para un buen resultado, con la seguridad necesaria para el procedimiento. El Hospital de Día es un lugar tranquilo donde se realizan cirugías similares. Para los pacientes que tengan problemas de salud más graves, opcionalmente se puede elegir un hospital general.
Tipos de anestesia
La anestesia local, asociada con la sedación, es la más utilizada, pero en los niños pequeños puede ser necesaria la anestesia general. Algunos adultos pueden optar por la anestesia general.
La cirugía
La cirugía generalmente dura entre 90 y 120 minutos. Sin embargo, el tiempo del procedimiento quirúrgico no debe confundirse con el tiempo de estadía del paciente en el ambiente del Centro Quirúrgico, ya que esta estadía también involucra el período de preparación anestésica y recuperación postoperatoria. Su médico podrá decirle el tiempo total. La combinación de otros procedimientos puede alargar el tiempo de la cirugía. La técnica a utilizar dependerá del problema a tratar.
Con una de las técnicas más comunes, el cirujano realiza una pequeña incisión en la parte posterior de la oreja para exponer el cartílago. Luego esculpirá el cartílago y lo doblará hacia la cabeza. Ocasionalmente, el cirujano extirpará un trozo más grande de cartílago para proporcionar un pliegue más natural cuando se complete la cirugía.
Otra técnica implica una incisión similar profunda en la oreja. Se retira la piel y se utilizan suturas para doblar el cartílago y remodelar la oreja sin quitar el cartílago.
La cirugía se realiza al mismo tiempo en ambas orejas, quedando sólo una cicatriz en la región posterior, que no aparece, oculta por la propia oreja y el pelo.
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