La temporada de recuperación se ha hecho especialmente útil. Su propia palabra ya indica para qué sirve: Para recuperar las asignaturas que están pendientes. Puede ocurrir que no aprobemos alguna de las materias del curso y, teniendo en cuenta que ya no nos pueden hacer más exámenes durante el transcurso del mismo, lo mejor es acudir a la temporada de recuperación con el fin de echarle el guante a otra oportunidad de aprobar. Entonces ¿cómo se ejecuta este momento?
La temporada de recuperación tiene como objetivo la celebración de nuevas exámenes en base a las materias que los alumnos hayan suspendido. De esta forma se les da una nueva oportunidad de demostrar que disponen de los conocimientos suficientes como para pasar al curso siguiente. De hecho, durante esta temporada de recuperación únicamente se suelen celebrar los exámenes que correspondan a las materias pendientes de cada alumno.
A la pregunta de cómo aprovechar este tipo de momentos, solo tenéis que prestar atención a las asignaturas que hayáis suspendido al final del curso. El propio profesorado os mencionará acerca de la existencia de las recuperaciones, las cuales podéis aprovechar. Será entonces cuando os citen en una determinada clase, diciendoos las materias que tenéis que volver a estudiar con el fin de enfrentaros a ellas de nuevo.
La temporada de recuperación es básicamente igual que un examen convencional, aunque a la vez resulta la última oportunidad que tenéis para aprobarlo. Os recomendamos que aprovechéis este momento con el fin de evitar tener que repetir curso. La cantidad de exámenes es variable, dependiendo de las asignaturas que estén pendientes.
Tened en cuenta que la recuperación de asignaturas puede llegar a ser un momento clave para la recuperación de los suspensos que tengáis pendientes. Es conveniente estudiar lo suficiente para aprender lo que tendréis que poner en los controles.
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