Cuando lo mejor es practicar

Los profesores ya nos avisaban de que había asignaturas en las que estudiar no nos iba a servir de mucho. Ya aprendimos algo cuando tuvimos que hacer multiplicaciones, divisiones y ecuaciones. Pero la cosa no se ha terminado ahí, ya que hay muchas asignaturas en grados y Formación Profesional en las que la parte teórica es mínima. Para poder ejecutar bien esos conocimientos hay que ponerlos en práctica. Y eso se hace a base de ejercicios.

Si os toca alguna asignatura de este tipo, lo mejor es conseguir la mayor cantidad de ejercicios y hacerlos de la mejor manera posible. Así os iréis acostumbrando, aprendiendo los conceptos y, lo que es más importante, a ponerlos en marcha. Tened en cuenta que el examen podría ser enteramente práctico, por lo qu saber la teórica puede, también, venir muy bien.

Para aprobar estas asignaturas es necesario estudiar de dos maneras. Al principio, la base teórica, aprendiendo de memoria los conceptos que sean imprescindibles. Habrá ocasiones en las que también tengamos que aprender fórmulas o cosas que solo entenderemos en la propia práctica. Finalmente queda esta parte, la práctica, en la que pondremos en marcha muchas de las cosas que hemos aprendido con la teoría. Ambas partes se complementan, aunque la segunda suele ser más importante.

De cara a un examen y a la gestión del tiempo, recomendamos realizar la mayor cantidad de ejercicios posibles, además de practicar, también, todo lo que podáis. De esta manera no tendréis dudas y aumentaréis las posibilidades de aprobado.

Finalmente, no olvidéis que este tipo de asignaturas existen. Y que en ocasiones la práctica es mucho más importante que la teoría. Ante estas situaciones, lo mejor es practicar mientras recordáis lo que habéis estudiado anteriormente. Estamos seguros de que, cuanto más ejercicios hagáis, más posibilidades tendréis de aprobar los exámenes.