La vida y la muerte de una neurona

Hasta hace poco, la concepción predominante entre los neurocientíficos era que nacíamos con todas las neuronas que tendríamos. Se creía que, si bien los niños podían generar algunas neuronas nuevas para ayudar a formar las vías neuronales, una vez establecido un circuito neuronal, añadir nuevas neuronas podía interferir con el flujo de información cerebral y desactivar el sistema.

Sin embargo, en 1962, el científico Joseph Altman desafió esta idea al descubrir evidencia de neurogénesis (el nacimiento de neuronas) en una región del cerebro de ratones adultos llamada hipocampo. Más tarde, Altman observó que estas neuronas recién formadas migraban desde el hipocampo a otras partes del cerebro. Este hallazgo fue corroborado por Michael Kaplan en ratas en 1979 y por el descubrimiento de células precursoras neuronales en el cerebro anterior de un mono adulto en 1983.

Neurogénesis en el cerebro adulto humano

Estos descubrimientos sorprendieron a la comunidad científica, que había descartado la posibilidad de neurogénesis en el cerebro adulto humano. Sin embargo, a principios de la década de 1980, Fernando Nottebohm y su equipo de investigación, mientras estudiaban cómo los pájaros aprenden a cantar, demostraron que los canarios machos experimentaban un aumento significativo en el número de neuronas en el cerebro anterior durante la temporada de apareamiento. Esto coincidía con el momento en que los pájaros necesitaban aprender nuevas canciones para cortejar a las hembras.

Nottebohm sugirió que las nuevas neuronas ayudaban a almacenar patrones musicales en los circuitos neuronales del prosencéfalo, la región del cerebro responsable de comportamientos complejos. Este hallazgo planteó la posibilidad de que los mamíferos, incluidos los humanos, también pudieran generar nuevas neuronas para facilitar el aprendizaje y la memoria.

Aunque inicialmente se cuestionó si estos resultados se aplicaban a los mamíferos, investigadores como Elizabeth Gould encontraron evidencia de neurogénesis en áreas del cerebro de los monos, mientras que Fred Gage y Peter Eriksson demostraron que el cerebro humano adulto también producía nuevas neuronas en regiones similares.

La neurogénesis en el cerebro adulto

La neurogénesis en el cerebro adulto sigue siendo objeto de debate entre los neurocientíficos, pero muchos ven en ella un campo prometedor para comprender mejor el aprendizaje y la memoria. Este descubrimiento plantea la posibilidad de nuevas formas de abordar enfermedades cerebrales y lesiones, con la esperanza de desarrollar tratamientos que puedan aprovechar el potencial regenerativo del cerebro humano.

La neurogénesis en el cerebro adulto ha desafiado las concepciones previas sobre la plasticidad cerebral y ha abierto nuevas vías de investigación en neurociencia. Aunque algunos científicos aún no están convencidos completamente, otros ven en estos descubrimientos una oportunidad para comprender mejor cómo el cerebro humano puede adaptarse y cambiar a lo largo de la vida.

La neurogénesis plantea preguntas fascinantes sobre cómo las nuevas neuronas afectan el funcionamiento cerebral y cómo podrían utilizarse para mejorar la salud mental y cognitiva. Los estudios han demostrado que la generación de nuevas neuronas está asociada con el aprendizaje y la memoria, lo que sugiere que podría ser un proceso fundamental para la plasticidad cerebral.

Además, la investigación sobre la neurogénesis ha llevado a avances en el campo de la medicina regenerativa. Los científicos están explorando formas de utilizar células madre neurales para reparar el cerebro después de lesiones o enfermedades neurodegenerativas. Esta investigación tiene el potencial de revolucionar el tratamiento de trastornos neurológicos y mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.

En resumen, la neurogénesis en el cerebro adulto representa un emocionante campo de estudio que podría tener importantes implicaciones para nuestra comprensión del cerebro humano y el desarrollo de nuevas terapias para enfermedades neurológicas. A medida que continuamos investigando este fenómeno, es probable que descubramos aún más sobre la asombrosa capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo de la vida.

Enjoyed this article? Stay informed by joining our newsletter!

Comments

You must be logged in to post a comment.

About Author